Lo que llamamos «acontecimiento guadalupano» fue un breve episodio, del sábado 9 al martes 12 de diciembre de 1531, cuando en la colina del Tepeyac cruzaron unas palabras la Virgen santísima y un indio llamado Juan Diego; recibió este y cumplió el encargo de gestionar ante el obispo fray Juan de Zumárraga la construcción de un templo.
La cultura desarrollada por el pueblo náhuatl del siglo XVI le permitía expresar en forma oral, y mediante el uso de imágenes, su modo de comprender el cosmos: en una imagen expresaban inteligencia y afectos, en función de su universo integrado. La tilma de Juan Diego, donde, según la tradición, se estampó María santísima, es un códice que contiene información precisa, que puede parecer muy complicada y artificiosa a una mente ajena a su cultura, pero que era la forma normal de razonar y comunicarse entre ellos, a base de metáforas, consonancias y asonancias.
Una mujer que esta primero que el sol,que es mas importante,porque esta primero.
«Una Señora es transformada en Sol, porque lleva en su seno al Niño-Sol, al Sol Nuevo.» Para los indios los símbolos solares eran:
Tonatiuh = El Sol mismo.
Nahui Ollin = Los cuatro movimientos.
Chalchiuhmichihuacan = Donde (vive) el Dueño de los peces de jade. (Vida).
Omeyocan = Lugar de la Dualidad, de Dios.
Todos estos símbolos podían expresarse con el jazmín de cuatro pétalos que está dibujado una sola vez en la túnica, bajo los extremos del cíngulo, a la altura del vientre. Formando parte de la imagen, a los pies de la Virgen, se encuentra un ángel, que por esto se denominaría «Angel de la Virgen de Guadalupe». En el lenguaje bíblico, «ángel» es el «mensajero», igual que según la tradición guadalupana el vidente Juan Diego fue «mensajero muy digno de confianza» de María santísima, como lo llama el Nican Mopohua. El pueblo indio, al avanzar su evangelización, bien pronto lo identificó con el ángel pintado a los pies de la Virgen de Guadalupe.
El contenido pictórico del ayate de Juan Diego, estudiado como un «Amoxtli» = «Códice», también aporta datos precisos de lugar y tiempo. Ya hemos indicado que María está sobre el centro de la luna, es decir «en México». El arabesco dorado de la túnica, formado por flores-cerro, muestra en lectura glífica que se apareció en el Tepeyac, que todo aconteció en el Tepeyac-México.
La expresión del rostro era de especial importancia en el mundo náhuatl (Ixtli = rostro, era sinónimo de persona). De aquí que su expresión tierna y amorosa, de una madre que contempla a su hijo, indica amor y protección por el género humano.
En náhuatl la expresión mirar de soslayo no tenía un sentido peyorativo, como podría ser entre nosotros; antes al contrario, equivalía a «pensar en el que se mira» «no olvidarse del que se mira», pues tal es el sentido de los verbos sinónimos: Tleixtlapalitta (Te - persona, Ixtlapal = transversal, Itta = ver); Teixtlapalachia (Te - Ixtlapal y Tlachia, mirar); Tenacazitta (Te - persona, Nacaz = esquina u oreja e Litta = ver: «ver por una oreja a una persona»); Tenazcaztlachia (Te - Nacaz - Tlachia: «mirar por una oreja a una persona»).
Por medio de sucesos como este entendemos que los codizes pueden variar debido a la forma en que podemos interpretarlos,pero es nuestra cultura la que vemos reflejada en todos estos hechos que nos dejan una importante enseñanza en la forma en que nos podemos comunicar a travez de signos o señales.
http://angelicapajares.wordpress.com/2011/01/09/los-ultimos-descubrimientos-en-la-tilma-de-juan-diego/
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